Una final fantástica y disputada, con cuatro grandes protagonistas que subieron y bajaron la montaña – nunca una metáfora fue más acertada – una y otra vez, cambiando constantemente la idea de un desenlace ya escrito. No, en Miami entendimos una vez más que esta rivalidad es el lienzo precioso de la temporada de Premier Padel y será el leitmotiv del año. Y no solo por los ocho juegos totales que las finalistas dejaron en semifinales a sus rivales o por el hecho de que ni Ari Sánchez y Paula Josemaría, ni Delfi Brea y Gemma Triay habían cedido un solo set a sus adversarias en Miami. Después de todo, estamos hablando de parejas monumentales: Sánchez-Josemaría, en su 18ª final con 12 títulos y campeonas en Riad, han sido número uno del ranking FIP en las últimas dos temporadas y durante buena parte de 2022, cuando fueron superadas precisamente por Gemma Triay, que jugaba con Ale Salazar en el tramo final del año.
Triay-Brea son una nueva pareja, es cierto, pero Gemma es la única jugadora del ranking mundial FIP que ha ganado títulos con tres compañeras diferentes – Ortega, Fernández y Brea – y la regla del ‘3’ se mantiene también en las finales jugadas este año: tres, con dos títulos conquistados en Gijón y Cancún. Y, curiosamente, Brea no alcanzaba tres finales consecutivas desde mayo de 2024, lo que significa que la conexión fulminante con Triay ya ha generado una mejora evidente en su rendimiento competitivo. Entre dos parejas de este nivel, solo podía terminar con un partido de película, lleno de emociones intensas.
Sánchez-Josemaría comenzaron con un arranque fulgurante, logrando un parcial de 4-0, resultado de un gran inicio pero también de un comienzo errático de Brea, quien estuvo tensa y cometió errores realmente inusuales. Sin embargo, con Gemma rindiendo a su mejor nivel desde el inicio, Delfi se fue recuperando poco a poco, aunque no lo suficiente como para evitar el contundente 6-2 en el primer set. Cuando se esperaba la estocada final de Josemaría y Sánchez, llegó el monólogo de sus rivales, que lograron un parcial de 3-1, salvaron dos bolas de break que habrían cambiado el rumbo del set y terminaron cerrándolo con un sorprendente 6-1.
Aquí se esperaba la reacción furiosa de las número uno del mundo, que efectivamente llegó en un tercer set muy parejo, pero no lo suficiente como para dar vuelta la final. Así, el partido terminó en un pequeño paraíso para Gemma Triay y Delfi Brea, logrando su tercer título consecutivo de la temporada, esta vez en un P1, tras sus victorias en los P2 de Gijón y Cancún.